Una pareja se puede separar de diversas formas, ya sea viéndose directamente, escribiendo un mensaje, por teléfono, dejando que la relación muera de forma natural o enviando a un amigo para comunicarlo. Una relación muere de forma natural cuando las partes dejan de hablar entre sí y la relación termina sin haber dicho en ningún momento que se rompe. Cuando una pareja vive a distancia, por ejemplo, las escasas oportunidades de verse o hablar pueden dar lugar a que la relación se vaya desgastando “de manera natural”. También es posible cansarse de la pareja y que ni siquiera se tengan ganas de hablar con ella. En estos casos solo hay que ver su comportamiento para que nadie se extrañe de que dos personas acaben rompiendo de “forma natural”. Frente a las rupturas por teléfono o en persona, de un tiempo a esta parte han aumentado los casos de ruptura a través de correos electrónicos. Entre las razones para optar por este método figuran que resulta más fácil al no tener delante a la pareja ni tener que escuchar su voz, que se pueden ordenar mejor las ideas al escribirlas en un mensaje, que no hay que explayarse demasiado, que es posible separarse sin tener que soportar las quejas o la falta de compresión y que es más cómodo por no tener que quedar.