Etimológicamente hablando, la palabra japonesa “nampa” significa: “facción que no tiene una opinión manifiesta” o “persona poco asertiva”. Sin embargo, en los últimos años ha empezado a utilizarse en contraposición con kouha, que describe a una persona que rehuye cualquier relación amorosa. De este modo pasó a designar a una persona que se obsesiona con el amor y que se dedica a perseguir a miembros del sexo opuesto, hasta que con el tiempo comenzó a usarse como verbo (nampa suru) con el significado de “ligar” o “buscar un rollo”. Por lo general, nampa hace referencia a un hombre que pide salir a mujeres. Cuando ocurre al revés, se denomina gyakunan o gyaku-nampa (nampa al revés). Los escenarios para ligar suelen ser la calle o los clubes y discotecas, aunque últimamente la red (webs de citas o redes sociales) ha dado lugar al fenómeno del net-nampa (ciberligue). Es común ir a una cafetería, a un karaoke o invitar a una chica a beber, actividades en apariencia inocentes. Pero como la asociación entre nampa y “buscar un rollo” es bastante fuerte, algunos de estos “rollos pasajeros” han desembocado en crímenes, por lo que la palabra “nampa” tiene una connotación ligeramente negativa.