Una cita típica de los meses de verano es ir a ver los castillos de fuegos artificiales que suelen celebrarse en diversos lugares de Japón durante los meses de julio y agosto. Existen diversas razones que los convierten en los sitios perfectos para salir. Por ejemplo, las aglomeraciones y la falta de espacio permiten que el chico y la chica puedan caminar más juntos, el sonido de las explosiones hace sentir una emoción en el pecho y ver los bellos patrones de los fuegos artificiales en el cielo provoca una sensación de felicidad. Además, como las chicas van en yukata (kimono de verano) en lugar de con su vestimenta habitual y con un peinado a juego, esto genera una emoción especial en los chicos. También es frecuente reservar mesa en un buen restaurante desde donde puedan verse los fuegos, realizar un crucero o subir a una embarcación de recreo para disfrutar de ellos navegando. Cuando el chico ve a una chica caminando con las geta (sandalias) sin quejarse, a pesar de tener los pies doloridos por la falta de práctica, no puede evitar enamorarse de nuevo. Cuando la pareja va a algún sitio, ya sea al hanami o a un parque de atracciones, es frecuente que ella prepare un almuerzo casero (bentou), aunque su contenido y preparación puede suponer un quebradero de cabeza. De hecho, en internet se pueden encontrar consejos y recetas con ingredientes fáciles de digerir y no demasiado perecederos.